Fèlix Badia
Josep Playà Maset

 Data de publicació: 22/10/00

"Las escuelas ya están en Internet pero faltan materiales y formación "


La irrupción masiva de Internet en el sistema educativo se avecina, pero el diagnóstico sobre en qué estado se encuentra la implantación de esta tecnología en las escuelas catalanas dista mucho de ser unánime. Según la Generalitat, la implantación en los centros educativos catalanes está incluso por encima de los principales países europeos. En cambio, los profesores se quejan de que han recibido una formación mínima y que los materiales y recursos pedagógicos basados en las nuevas tecnologías son aún muy escasos.

El debate sobre el uso de Internet en el sistema educativo se ha convertido en el tema estrella del inicio del curso en buena parte de los países europeos. El Gobierno alemán ha anunciado que en el 2006 todos los escolares tendrán un ordenador portátil, aunque lo cierto es que de de momento sólo la mitad de sus aproximadamente 40.000 escuelas tienen acceso a Internet. En Francia, la enseñanza de la informática será obligatoria en secundaria. En Cataluña y en España, sin embargo, parece que el debate no ha penetrado, a pesar de que todas las instituciones y colectivos implicados coinciden en afirmar que Internet y la informática impulsarán una revolución sin precedentes en el mundo de la enseñanza.

Según Jordi Castells, responsable de desarrollo de recursos del Programa de Informática Educativa (PIE), la práctica totalidad de los centros, públicos y privados, tiene una conexión a Internet de alta velocidad proporcionada por la Generalitat, algo que no sucede en todos los países avanzados de Europa. La ratio de alumnos por ordenador está en un nivel algo peor que en los restantes países europeos, con 23,5 alumnos de primaria y 17,5 de secundaria (muy lejos de los 8 alumnos de la secundaria británica o los 6 de la danesa) por máquina. Sin embargo, según Castells, la proporción en Cataluña hace que la informática empiece a tener peso específico y que los alumnos puedan utilizar los ordenadores como una herramienta para todas las asignaturas.

De hecho, la enseñanza de la informática no está considerada como una asignatura como tal, a excepción de los créditos variables que se aplican en secundaria o iniciativas concretas de escuelas privadas. El modelo educativo catalán ''ha optado por aplicar esta disciplina de forma horizontal'' a buena parte de las materias, asegura Castells.

Sin embargo, no todos los colectivos comparten esta opinión. Carles Martínez, portavoz del sindicato Ustec-Ste's, y Luz H.Jabardo, de CC.OO., hablan de "política de escaparate" y reconocen que todos los centros tienen ordenadores, pero que muchos profesores apenas los usan y no saben sacarles partido por falta de formación. Otro problema añadido es que se dispone de pocos materiales pedagógicos, especialmente en catalán. Teresa Serra, presidenta de la comisión parlamentaria para la Sociedad de la Información en el Parlament de Catalunya y diputada por el PSC-Ciutadans pel Canvi, afirma que, en la práctica, en numerosas ocasiones los ordenadores están confinados en un aula informática y los alumnos sólo tienen acceso a ellos durante una o dos horas semanales. En su opinión, lo más grave es que no existen planteamientos pedagógicos globales desde la Administración que indiquen a los profesionales cómo deben aplicar estas tecnologías. No se ha definido tampoco de forma concreta la figura del coordinador de informática, y "desde la Generalitat no se apoyan las iniciativas que surgen de las escuelas".

Jordi Castells considera que se está realizando un esfuerzo en el reciclaje del profesorado, ya que por los cursos de formación en Internet ya han pasado más de 40.000 de los casi 70.000 profesores catalanes. Según las directrices europeas, para el próximo año la totalidad de los profesores deben haber pasado por esa formación.


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